EL PINO TÍMIDO, 2º TRABAJO CON MARCO INVERNIZZI

  
   La mayoría de la veces cuando asistimos a un taller, con un bonsái o tan solo vamos como espectadores, esperamos que nos maravillen. Queremos ver como cortan, retuercen ramas, alambran... Este Pino que os presento hoy es propiedad de Fernando y a priori, el primer trabajo que le mando Marco parecía aburrido e intranscendente. Si miramos bien la foto parece que debajo de lo que es el Nebari hay mucho musgo...

Pero cuando unos ojos expertos como los de Marco lo ven...te dice que el auténtico Nebari esta debajo de esa capa de musgo y liquen.

 Así pues el trabajo para este Pino tímido es limpiar su Nebari de musgo y que pueda enseñar su auténtico potencial. Ya no es tan solo limpiar, es descubrir lo que se ha formado debajo del musgo con el paso de los años.




Preparamos al Pino para las tareas de limpieza.

Aquí tenemos a Fernando que con ayuda y mucha paciencia se pone manos a la obra.











La herramienta que se utiliza para limpiar el Nebari son palillos (los de comer) y como se aprecia en la foto instrumental parecido al de los odontólogos. Estos instrumentos son en realidad, alambres con diferentes formas y durezas, que nos sirven para alcanzar zonas pequeñas y difíciles.








¡¡¡¡¡Ya podemos apreciar lo que estaba escondido!!!!













Y... empezamos trabajando el nuevo Nebari.

Todo esto le confiere mas personalidad al Bonsái y le supone un cambio radical. Comparar estas fotos con la primera...

Marco termina de inspeccionar la limpieza sobre el Nebari e indica el siguiente paso a seguir.


















El resultado que se obtiene con el trabajo realizado, es espectacular. Solo el hecho de quitar todo el musgo que cubría parte del nebari ha logrado transformar el bonsái en otro. Ya no es un pino tímido.

Y empezamos con el trabajo en la copa. Marco para tensar diferente ramas utiliza una caña de bambú.

Aquí podemos aprecia el trabajo, realizado por Marco con el tensor de bambú. Por debajo se sujeta a otra rama y después tensamos la de arriba.

Ya para terminar dejamos a  Fernando alambrando su pino  ( que tienen para rato ). Seguro que una vez que termine este Pino pasara de ser tímido a ser un Pino orgulloso ( como el dueño).







   De nuevo muchas gracias a Marco Invernizzi, por lo que nos enseña, su paciencia, por su humor... y también a Fernando por su Pino.