LA LINEA RECTA NO ES EL CAMINO MÁS CORTO...

   Me gusta mucho trabajar la madera muerta, sobre todo en los olivos, pues les queda muy bien. Mucho me falta por aprender y unos trabajos me salen mejor y otros peor... Este es mi olivo de doble tronco, algunos ya lo conoceréis, le estoy formando las ramas principales. Y como ambos troncos eran muy feos... pues, les hice un trabajo de madera muerta. Según pasa el tiempo me vuelvo más exigente y eso me obliga a replantearme ciertos trabajos, en este caso el que hice de madera muerta.

  Por inexperiencia al trabajar estos troncos, cree surcos rectos o casi rectos longitudinalmente. Mejor que un tronco recto quedo, pero con el paso del tiempo y viendo distintos olivos, me di cuenta de que esto no es natural...¿que puede suceder en la naturaleza para que se repita este patrón?, nada...

   En este nuevo trabajo de madera muerta, no realizaré lineas rectas.... dejaré que la herramienta avance por la madera dependiendo de su dureza.

   Uniré ambos troncos mediante la madera muerta, para darle un aspecto más viejo y castigado, al árbol.

   Las formas que realizo son caprichosas, sin responder a un patrón concreto y cuando encuentro una zona más blanda, como la de la foto, horado más la madera.

  Al trabajar la madera de varias veces, me topo con partes más duras o secas y otras más tiernas. Eso me posibilita el hacer formas más caprichosas y así eliminar los antiestéticos surcos...

Un árbol tan grande como este o tiene una corteza maravillosa, cosa que no es el caso de este, o tiene una gran cantidad de madera muerta que lo atesora como un árbol muy viejo...

 

Este es el tronco principal y ya no se aprecian los surcos, en su lugar tiene muchas formas y huecos. Pero todo esto responde a un motivo.

 



  Este es el trabajo finalizado y a diferencia de otros trabajos de madera muerta que he hecho no parece gran cosa. Tenemos que tener presente varias cosas:

• Lo que vemos y estamos trabajando es el futuro frente.
• Solo podemos hacer madera muerta por uno de los lados, el frente.
• Los límites de la madera muerta, son el principio de las futuras ramas principales.

  Y todo esto da como consecuencia, que desde mi punto de vista, el trabajo de madera muerta quede plano. Para poder apreciar un buen trabajo de madera muerta en este árbol tendremos que dejar pasar el tiempo, para que el crecimiento de las ramas y el callo que se forme alrededor del trabajo, le de un aspecto más natural. Pero aún así tenemos un truco reservado.

Imaginar que el trabajo que se ha realizado, es el equivalente en la naturaleza a que en un árbol de doble tronco, por causas que no conocemos, se le partan parte de ambos troncos. Por un rayo, tormentas, aire, una enfermedad.... da igual. Al pasar esto, dejamos expuestas diferentes zonas del interior del árbol con diferentes grados de dureza. Con el paso del tiempo, de mucho tiempo y gracias a factores ambientales... esa madera dará lugar a bonitas formas, que es lo que buscamos. ¿Como lograrlo nosotros y en poco tiempo?...Pues lo que haremos es rellenar todas las zonas de madera muerta con una capa de musgo, musgo vivo del que se pone en Navidad en los Belenes. Y cada cierto tiempo regamos bien la zona. ¿Que logramos con esto?, pues que la madera en contacto con la humedad constante,  se pudra. Pero no se pudrirá por igual toda la madera, dependiendo de la zona, las partes más duras aguantarán, pero las más blandas desaparecerán.

 El próximo año a finales de primavera, quitamos todo el musgo, limpiamos bien la madera y la cepillamos con cuidado. El resultado será perfecto, pero si aún así quieres darle más efecto, repites otro año más. De esta forma lo que la naturaleza tarda muchos años en conseguir, nosotros lo podremos lograr en muchos menos...

Veamos la evolución del árbol en los últimos 3 años:

                 1º Año:                                                                          2º Año:

 

 

 

3º Año: